Si alguna vez te has encontrado viendo cómo tu perro se lame las patas una y otra vez, probablemente te hayas preguntado si esto es algo normal o si deberías preocuparte. El lamido ocasional puede ser algo natural para los perros, una forma de limpiarse o incluso una señal de que simplemente están relajados. Sin embargo, cuando este comportamiento se vuelve repetitivo o excesivo, es probable que haya algo más detrás de esa acción. Como dueños de mascotas, queremos que nuestros compañeros peludos estén cómodos y felices, por lo que verlos incómodos o ansiosos puede ser angustiante. Pero no te preocupes, identificar la causa es el primer paso para ayudar a tu perro.
Una de las razones más comunes por las que los perros se lamen las patas es por alergias. Al igual que nosotros, ellos pueden ser alérgicos a diferentes cosas en su entorno: desde el polvo, el polen, hasta ciertos alimentos o incluso productos de limpieza que usamos en casa. Si tu perro se lame más de lo normal después de pasear por el parque o cuando cambia de estación, esto podría ser una señal de una reacción alérgica. Afortunadamente, una visita al veterinario puede ayudarte a identificar estas alergias y ajustar la dieta o la rutina de cuidado de tu perro para reducir estos síntomas.
Otra posible causa es una infección en la piel. Las patas de tu perro están en contacto constante con el suelo, lo que las hace vulnerables a cortes, raspones o incluso infecciones bacterianas y por hongos. Si notas que las patas de tu perro están rojas, hinchadas o tienen mal olor, es importante actuar rápido. Las infecciones pueden empeorar si no se tratan, pero con los cuidados adecuados y la medicación correcta, tu perro puede sentirse mejor en poco tiempo.
Los parásitos, como pulgas, garrapatas o ácaros, también son un factor común que causa picazón extrema. Los perros afectados por estos pequeños intrusos suelen morderse o lamerse las patas en un intento de aliviar la incomodidad. Aunque estos parásitos pueden ser molestos, el tratamiento preventivo regular puede evitar que se conviertan en un problema. Si sospechas que tu perro tiene parásitos, es fundamental acudir al veterinario para eliminar el problema de raíz y prevenir futuras infestaciones.

A veces, el problema no es físico, sino más bien emocional o psicológico. Los perros pueden lamerse las patas por ansiedad o aburrimiento, especialmente si pasan largos periodos de tiempo solos o sin estimulación adecuada. En este caso, el lamido es su manera de calmarse, pero con el tiempo, puede convertirse en un comportamiento compulsivo. Si has notado que tu perro se lame las patas principalmente cuando estás fuera de casa o cuando no tiene nada que hacer, es posible que esté lidiando con algún tipo de estrés. Proporcionar más ejercicio, juegos interactivos, y asegurarte de que tu perro se sienta mentalmente estimulado puede marcar una gran diferencia. También puedes considerar consultar con un etólogo o un entrenador especializado en comportamiento canino si la ansiedad parece ser la raíz del problema.
Otro factor a tener en cuenta es si tu perro está lidiando con algún tipo de dolor o lesión. Los perros no siempre muestran el dolor de manera obvia, y lamerse las patas podría ser su forma de lidiar con una incomodidad que no puedes ver a simple vista. Desde pequeñas espinas hasta golpes que pasan desapercibidos, cualquier pequeño incidente puede hacer que tu perro recurra al lamido para intentar aliviar la molestia. Siempre es útil revisar sus patas con frecuencia en busca de cualquier objeto extraño o lesiones, y acudir al veterinario si encuentras algo que no puedas manejar por tu cuenta.
Es fácil sentirse preocupado cuando ves a tu perro exhibiendo un comportamiento como este, pero lo importante es que no estás solo. Muchos dueños de mascotas enfrentan este mismo desafío, y la buena noticia es que la mayoría de las causas de este comportamiento pueden solucionarse con la atención y el tratamiento adecuados. Desde cambiar la alimentación hasta prestar más atención a sus necesidades emocionales, hay muchos pasos que puedes tomar para ayudar a tu perro a sentirse mejor.
Si el problema persiste, no dudes en acudir a tu veterinario. A veces, un examen más detallado es necesario para descartar problemas de salud más serios y encontrar la solución correcta para tu compañero de cuatro patas. Al final del día, nuestro objetivo es el mismo: que nuestros perros vivan felices, sanos y sin molestias.
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